Desde sus inicios
Pero en ese entonces (principio de los 50s) no fue comprendido lo suficiente su enfoque integrador y todo quedo en buscar analogías entre las diferentes ciencias. Tendrían que surgir la biotecnología, la nanotecnologia y las ciencias cognitivas, para retomar la idea de la integración de diferentes ciencias.
La idea se hace patente a finales del 2001 cuando el gobierno de los Estados Unidos por medio de
Con este proyecto se persigue garantizar el predominio de los EEUU, tanto en lo militar como en lo económico. A este proyecto le han seguido otros en forma de informes emitidos por
Cada una de estas tecnologías por si solas alcanzan desarrollos insospechados: la nanotecnologia, la de mas rápido crecimiento, haciendo realidad conceptos que no hace mucho se consideraban ciencia ficción; la biotecnología con sus aportes en la ingeniería genética y la bioinformática, ya es una tecnología afianzada; la informática es sin duda el soporte de la nueva sociedad del conocimiento y ahora se una la casi olvidada ciencia de la mente humana o cognitiva. La pregunta es, ¿Qué sucederá cuando se unifiquen? Muchos avizoran una emergencia de efectos impredecibles, de ahí que también, le llamen tecnologías emergentes.
Es de desatacar que el proyecto norteamericano persigue el mejoramiento humano y su desempeño. De ahí que los representantes del posthumanismo o transhumanismo hayan dado su apoyo a las NBIC y muchos confunden el proyecto NBIC con los ideales transhumanistas (ver artículo: http://alejandro313.blog.com.es/2006/11/20/conozcan_a_los_transhumanos~1351175). Otros desde hoy, comienzan a avizorar consecuencias éticas y ya se habla además de la reconocida bioética de una nanoetica, infoetica, cibernética, etc.
Todo parece indicar que nos adentramos a una nueva era, “la revolución de las tecnologías”, donde las tecnologías cobraran vida por si misma y una nueva tecnocracia se prepara para asumir su control.
El tema queda abierto para próximos artículos.