lunes, 25 de marzo de 2013

Qué es el transhumanismo?



Antes cuando se hablaba del perfeccionamiento humano solo se pensaba en la trascendencia espiritual del ser humano, esta idea ha ido variando a lo largo de los últimos tiempos, hoy cuando se habla de perfeccionamiento, son muchos los que creen que las tecnologías son el único medio de alcanzar este fin y una nueva ideología con el nombre de transhumanismo, ha venido a ocupar, en muchos aspectos, el lugar que antes le correspondía a la religión.

Orígenes del transhumanismo

El concepto “transhumar” es utilizado por primera vez por Dante Alighieri en su Divina Comedia. la meta última del hombre y representa la experiencia, imposible de explicar con palabras, de ser elevado por la gracia, más allá de lo humano, hacia nuestra realización total y transcendente en Dios. Como concepto contemporáneo la palabra “transhumanismo” fue introducida por Julian Huxley en 1927: “la especie humana puede, si lo desea, trascenderse —no sólo esporádicamente, un individuo aquí de una manera, otro allí de otra forma— sino en su totalidad, como humanidad. Necesitamos un nombre para esta nueva creencia. Quizás Transhumanismo pueda servir: el hombre sigue siendo hombre pero transcendiéndose, a través de la realización de las nuevas posibilidades de y para su naturaleza humana”.  Huxley, por tanto, mantiene el concepto pero cambia el significado. Transhumanarse se ha convertido en una tarea propia del hombre: conseguir con las nuevas ciencias, como la psicología y la biología, una humanidad superior a la actual.  El concepto pasaba así de significar la superación de la humanidad en virtud de la gracia y la acción de Dios, a la superación de la humanidad en virtud de la tecnología como obra puramente humana.

Uno de los exponentes más importantes del movimiento transhumanista contemporáneo, Nick Bostrom, ha definido el transhumanismo como “el movimiento intelectual y cultural que afirma la posibilidad y el deseo de mejorar, en modo fundamental, la condición humana a través de la razón aplicada, especialmente por medio del desarrollo y la larga puesta a disposición de tecnologías para eliminar el envejecimiento y potenciar grandemente las capacidades humanas intelectuales, físicas y psicológicas”.

Bostrom define el Transhumanismo como “un movimiento cultural, intelectual y científico, que afirma el deber moral de mejorar la capacidad física y cognitiva de la especie humana y de aplicar las nuevas tecnologías al hombre, de manera que se puedan eliminar los aspectos no deseados y no necesarios de la condición humana como el sufrimiento, la enfermedad, el envejecimiento e incluso, el ser mortales”. El Transhumanismo se convierte así en un movimiento, una ideología, que tiene como credo filosófico “la superación de las limitaciones humanas a través de la razón, la ciencia y la tecnología”

Los orígenes remotos del transhumanismo, se pueden localizar en la exaltacion del hombre y la técnica, mediante un saber traducido en hacer. Los transhumanistas se sienten en sintonía con el optimismo de filósofos y científicos ante las posibilidades ofrecidas al hombre por los conocimientos científicos y tecnológicos, y se remiten por ello a Francis Bacon, a David Hume, a Isaac Newton y Augusto Comte, del mismo modo que a los pragmatistas americanos Charles Pierce y William James.

Ellos, aún sin hacer profesión explícita de materialismo, de facto, manejan en realidad una visión reduccionista del hombre pues sólo a partir de esta visión es posible pensar que se puede modificar la realidad profunda del hombre, actuando sobre su dimensión corporal. En este sentido las premisas antropológicas del transhumanismo se pueden encontrar en la comprensión de la naturaleza humana propia del empirismo de D. Hume y en el materialismo de J. O. de la Mettrie, aunque no podemos ignorar que el fuerte dualismo cartesiano ha deja-do su contribución en el delinear de tal visión antropológica. En esta línea reduccionista no se puede dejar de mencionar la influencia que proviene del evolucionismo de Ch. Darwin, que constituye no sólo una brillante hipótesis interpretativa de la historia viva sobre nuestro planeta, sino que ha llegado a constituirse como horizonte de sentido compartido y trasfondo ideológico y que ofrece una solución de acuerdo a la cultura moderna.

Los inicios del Transhumanismo se reconocen en el pensamiento del filósofo Max More, fundador en los años 80 del siglo pasado del Extropy Institute.  La expresión Extropy se utiliza como opuesto a entropía. Dentro de este contexto futurista surge la idea de una singularidad tecnológica, propuesta por Vernor Vinge, cuando en 1993 escribo el ensayo: ‘The coming Technological Singularity,’ en el que pronosticaba el surgimiento de una superinteligencia que superaría a la humana y proponia cuatro tipos de superinteligencias. A diferencia del transhumanismo inicial, Vinge, alertaba sobre la problemática de dichas superinteligencias al de estar fuera del control humano y lo veía como algo inevitable dada las relaciones socio-económicas actuales basadas en la ley del mercado. 

Las consecuencias de una posible singularidad tecnológica, es un tema poco estudiado objetivamente, o se rechaza de plano o se acepta religiosamente. John Holland,  cree que mientras más personas conozcan sobre las tecnologías que supuestamente provocarán la singularidad,  más conscientes estarán sobre las limitaciones de esas tecnologías. Es obvio, que mientras no tengamos claro cómo será la relación futura entre humanos y máquinas cualquier tecnología relacionada con la inteligencia llegará a estar fuera de control.

Actualmente, el movimiento está representado en el mundo de una manera más significativa por la World Transhumanist Association, fundada en 1998 por Nick Bostrom y David Pearce, con el objetivo de proporcionar una base organizacional general para todos los grupos que se identifican con la idea transhumanista, y para dar al mismo transhumanismo una fisonomía académica más rigurosa. En este ámbito se unen, con ensayos y con obras de alta divulgación del credo transhumanista, autores de varios ámbitos disciplinarios como J. Harris, J. Hughes, R. Naan y G. Stock. 

Definición de transhumanismo

El Transhumanismo es una ideología de trasfondo filosófico que se presenta como el nuevo paradigma para el futuro de la humanidad. En este paradigma los filósofos y los científicos, procedentes de diversas áreas, cooperarán en un único objetivo: alterar, mejorar la naturaleza humana y prolongar su existencia. En este camino hacia el futuro es necesaria una etapa intermedia que corresponde al transhumano (ahora llamado humano+). El transhumano será el ser humano en fase de transición hacia el posthumano (que será el humano++). El transhumano tendrá unas capacidades físicas, intelectuales psicológicas mejores que las de un ser humano normal, pero todavía no habrá alcanzado la realización del posthumano que será un ser, no se sabe bien si natural o artificial, con una esperanza de vida superior a 500 años, sus capacidades cognitivas duplicarán las capacidades máximas de un ser humano actual, tendrá el control de todos los estímulos sensoriales y no sufrirá a nivel psicológico. El posthumano será alguien totalmente distinto del humano: podrá gozar de una vida más larga sin deteriorarse, con mayores capacidades intelectuales, un cuerpo fabricado a medida, del que podrá hacerse copias, y sobre el que ejercerá un control emocional total.
           
El movimiento transhumanista ha recogido sus bases ideológicas en la Declaración de los principios transhumanistas que comienza diciendo: “En el futuro, la humanidad cambiará de forma radical por causa de la tecnología. Prevemos la viabilidad de rediseñar la condición humana, incluyendo parámetros tales como lo inevitable del envejecimiento, las limitaciones de los intelectos humanos y artificiales, la psicología indeseable, el sufrimiento y nuestro confinamiento al planeta Tierra”. A partir de este primer principio plantean la necesidad de desarrollar al máximo la investigación en nuevas tecnologías e invocan una apertura mental que permita adoptar estas tecnologías sin limitar ni prohibir su uso o desarrollo. Sostienen el derecho moral de utilizar los métodos tecnológicos, por parte de aquellos que los deseen, para potenciar las capacidades físicas e intelectuales y para aumentar el nivel de control sobre su propia vida. Aspiran a un crecimiento personal más allá de las limitaciones biológicas. Consideran que sería una tragedia para el ser humano la pérdida de los potenciales beneficios a causa de una cultura tecnofóbica y por ello pretenden crear foros de encuentro que permitan discutir los pasos a dar y la creación de estructuras sociales y políticas que tomen las decisiones de manera responsable. La pretensión es llevar este bienestar a todos los seres conscientes, ya sean humanos, inteligencias artificiales (IA), animales conscientes  o potenciales extraterrestres. A través de la Asociación Mundial Transhumanista (W.T.A.) se ha concretado esta declaración en tres grandes proyectos: Campaña por los derechos de las personas, Campaña por vidas mejores y más longevas y la Campaña por una cultura más amistosa con el futuro.
Principios transhumanistas: “En el futuro, la humanidad cambiará de forma radical por causa de la tecnología. Se prevee la viabilidad de rediseñar la condición humana.
Presupuestos tecnológicos
La viabilidad propuesta para alcanzar sus propósitos se basa en ciertos presupuestos tecnológicos que parten de realizaciones en el campo de la inteligencia artificial y de las tecnologías convergentes o emergentes.
Podemos decir que mientras más se conozca sobre las tecnologías que supuestamente provocarán la poshumanidad más consciente se estará sobre sus posibilidades y sus consecuencias.
La puesta en práctica del Transhumanismo se apoya en el desarrollo de las llamadas tecnologías convergentes: NBIC
El término Tecnologías Convergentes, NBIC, se refiere al estudio interdisciplinario de las interacciones entre sistemas vivos y sistemas artificiales para el diseño de nuevos dispositivos que permitan suplir defectos o mejorar las capacidades cognitivas y comunicativas del ser humano.
Inteligencia Artificial (IA) Fuerte
En general la idea de la inteligencia artificial es construir programas que emulen el comportamiento inteligente de los humanos como el pensamiento, el aprendizaje, la visión, la resolución de problemas, la creatividad, etc. Cuando hablamos de IA fuerte nos referimos a la aceptación de que esos programas pueden llegar a ser una representacion fiel de los estados mentales Y ven como equivalente a los algoritmos computacionales (el software) con los estados de la mente y a la máquina (el hardware) con el funcionamiento del cerebro.
La IA es reduccionista, ya que trata de reducir los procesos de la mente (que son complejos) a programas algorítmicos. Se considera a la mente como  un sistema de procesamiento de la información que cumple con las leyes de la manipulación de símbolos.
La singularidad y el surgimiento de superinteligencias
1) Superinteligencia artificial: Construir una inteligencia artificial que iguale y después supere a la inteligencia humana.
2) Superinteligencia hibrida: El poder que alcanzará la interconexión entre humanos y sistemas cibernéticos, tales como, prótesis, implantes.
3) Superinteligencia colectiva: Se pronostica el surgimiento de una superinteligencia donde estén conectados en redes los humanos y las máquinas, como esta sucediendo en Internet.
4) Superinteligencia biológica: El mejoramiento humano por biotecnología, sobre todo modificaciones genéticas.
Ahora veamos dos de las tecnólogias que más expectativas despiertan
La Nanotecnología
La nanotecnología promete brindarnos las herramientas más poderosas y pequeñas (nanoescala) que permitan reproducir la materia. Se aspira, en un futuro construir nanomáquinas, que se puedan introducir en diferentes partes del cuerpo con el fin de eliminar patologías o discapacidades o incrementar alguna de las facultades humanas.
La biotecnología
1) Bebes hechos a la medida.
·                     La eugenesia negativa es la eliminación de los bebés defectuosos,
·                     La eugenesia positiva, tener al bebe perfecto

2) La eterna juventud
·                     Reducir de las causas de mortalidad entre los jóvenes
·                     Combatir la enfermedad entre los ancianos
·                     Detener el proceso de envejecimiento

3) Clonación
·                     El duplicado exacto de una persona
·                     La duplicación mejorada de la persona

Lo preocupante es que el ideario transhumanista va más allá de simples presupuestos para convertirse en un movimiento con un plan de acción bien determinado que incluye todas las facetas sociales y van desde la creación de institutos, universidades, foros, filmes, propaganda; al extremo que casi todos los institutos y sociedades relacionadas con el futuro de alguna forma comparten los ideales transhumanistas y hoy hablar de futuro humano es hablar de transhumanismo. Y más llamativo, aun, es que la mayoría de las grandes transnacionales (IBM, Microsoft, Google, etc) apoyan los principios del transhumanismo, salvo raras excepciones; al igual que los científicos relacionados con las tecnologías de punta son partidarios del transhumanismo y que decir de los militares (Darpa, por ejemplo). Y esto se debe a los transhumanistas se han ido adueñando del futuro y no es una exageración decir que es la visión más completa y sugerente que existe. Para los bioéticos sigue pendiente darle la importancia al futuro que le dio Potter en su momento.

Critica a los presupuestos antropológicos

En los presupuestos tecnológicos se analizaba si se puede, por medio de las tecnologías, mejorar las facultades humanas. Ahora la discusión gira, en torno, a si se debe mejorar la condición humana; enfocada a tres conceptos filosóficos: el de naturaleza humana, el de dignidad y el de persona.

El concepto de naturaleza humana. Para los transhumanistas, el ser humano es considerado una máquina compleja, que funciona de una manera mecanicista, no existe nada más allá de lo material, en cambio, para muchos (me incluyo) la comprensión del SER solo es posible si aceptamos que somos mas que individualidades “autónomas” encerradas en un cuerpo físico con sus limitaciones biológicas.

Por otra parte los transhumanistas no hacen diferencias entre el funcionamiento de una computadora y el cerebro humano y hacen referencia a los estados mentales como algoritmos que pueden ser programados en una computadora y sueñan con el logro de una mente digitalizada y parten de la idea, que esa mente podrá ser ejecutada en cualquier computadora, pero ignoran que las máquinas, no pueden sustituir al cerebro, ya que son artefactos que carecen de sentidos y sensaciones, y no están en interacción con el medio. Sobre esto existen largas discusiones y hoy se habla de robots que se muevan en un ambiente natural, capaces de aprender y de interactuar con el medio.   

En cambio para los defensores de lo espiritual, el ser humano es un fin en si mismo que aspira a la perfección y se siente parte de lo absoluto, se ve a si mismo con un ser divino, dotado de una alma que trasciende sus propias limitaciones.

Todo esto, lleva al debate si existe o no una esencia humana, pienso que más allá de este debate, el problema consiste en comprender el significado de progreso humano, lo cual ya aparece en los trabajos de Potter, y en que es la dimensión humana, desde un enfoque tecno-bio-psico-social. Lo que nos lleva a al análisis de los diferentes problemas: tecno-científico, bio-médico, psico-religioso y socio-económico sin dejar fuera el eco-sostenible, todos dentro de una bioética de alcance global.

El concepto de persona, la mayor crítica consiste en la reducción de la persona a su racionalidad, por lo que solo es persona aquella que posea raciocinio, lo cual invalida a muchos seres humanos, como los discapacitados, a fetos, etc. En cambio, se acepta que, las futuras entidades inteligentes, sean consideradas personas, lo cual está acorde con la definición de ser racional.   

El concepto de dignidad humana. Este concepto es consecuencia de los anteriores y si se asume el punto de vista racional, el concepto de dignidad humana no tiene ningún significado, ya que la dignidad siempre dependería de algo o de alguien que tendría el poder de asignarla o quitarla, tales como: posición social, comportamiento, en la relación con los demás. Todas ellas pueden sufrir disminuciones, ya que se está a expensa de una valoración externa. Aquí partimos del principio de que la dignidad humana no se pierde, solo puede ser negada o ignorada por la sociedad, por nuestros semejantes, incluso, por nuestra propia familia.

            Los transhumanistas parten de la racionalización del concepto de dignidad y lo reducen a la idea de calidad de vida y al consumismo que esta genera, lo cual nos va a llevar; de humanos que poseen cosas, a humanos convertidos en cosas; que al insertarse cada vez mas dispositivos en su propio cuerpo, llegara un momento en que dejarán de ser humanos.

Conclusiones

Por otra parte, la ideología transhumanista con sus promesas tecnologistas, podrían acomodar al ser humano a esperarlo todo desde afuera y a no querer superarse a sí mismo ni a desarrollar sus propias fuerzas, se convertirán en seres dependientes de las tecnologías y dejaran de perfeccionarse espiritualmente (habrán perdido la necesidad de superar sus limitaciones por sí mismo), cuando estamos seguros que el ser humano, aún, no ha desarrollado todo su potencial.

            En realidad los transhumanistas parten de su “comprensión” de lo que es humano y de sus expectativas de lo que sería un humano mejor y definen su propia cosmovisión sobre el futuro y como sujetos inmersos en su ideal conforman su propia interpretación del futuro del hombre, ignorando las necesidades humanas de los menos favorecidos (como decía Potter) e incluso a las generaciones que están por venir. Esto se debe a que la ideología transhumanista cree que todos los problemas sociales se van a resolver mejorando al humano desde afuera, por medio de la tecnología, lo cual es característico en su visión tecno-individual que pone a las relaciones sociales (basadas en el tener) en función de los intereses individuales y por otra parte minimiza al ser y lo convierte en dependiente o sumiso a las fuerzas externas. Hoy la tecnología se ha convertido en la nueva fuerza alienante.[1] 

La solución no está en negar el progreso tecnológico, incluso en aplicar la prudencia ante una investigación determinada, pienso que el problema está en saber manejarnos con las tecnologías, como dijo Potter, en saber manejarnos con los nuevos conocimientos, y es tiempo de aceptar nuestra dimensión tecnológica, en realidad somos seres tecno-bio-psico-sociales. El problema está en que entendemos por progreso humano y como pueden las tecnologías emergentes (como superinteligencias) integrarse de forma colaborativa (y no como un competidor más) en los objetivos del progreso humano y no al revés, como asumen los transhumanistas.







[1] Según Erich Fromm, se entiende por alienación un tipo de experiencia en la cual la persona se enfrenta a sí misma como un extraño; podemos decir que se ha vuelto un extraño para sí. Ya no es el centro de su mundo ni la creadora de sus propios actos, por el contrario, sus actos y las consecuencias de éstos se han convertido en amos a los que obedece o adora (los asocia con alguna fuerza externa).

1 comentario:

Lulú Haros dijo...

Excelente post!!! quisiera saber bibliografía sobre el tema, ya que estoy perfilando mi tesis de maestría en bioética (tengo lic en ing. mecatrónica) por este tema. Agradezco toda la información que me pueda facilitar.
Saludos!