martes, 23 de diciembre de 2014

Mapa biopolítico: enfrentamiento ideológico


AMAZON1 Francis Fukuyama se hace la eterna pregunta de todos los grandes pensadores sobre ¿qué futuro nos espera? Y concretamente se preguntaba ¿si podían existir otras contradicciones en las sociedades liberales que no pudieran resolverse?

Ahora, a principios del siglo XXI, nos encontramos con que se ha ido incrementado el deterior del planeta y no parece tener solución, las tecnologías cada vez son más poderosas y omnipresentes mientras la enajenación humana parce tomar nuevas formas. Y es como si todas las crisis comenzaran a unirse y nos acercáramos a una crisis total de alcance global y donde las soluciones locales no parecen funcionar.

Aquí tenemos un primer enfrentamiento entre una ideología ecologista que quiere preservar lo natural (bioconservadores) y una ideología tecnologista que quiere transformar lo natural hacia lo artificial (transhumanistas) y esto nos lleva a dos escenarios futuros: el futuro sostenible que defienden los bioconservadores encabezada la idea de un desarrollo sostenible y que toma cuerpo en las organizaciones transnacionales (ONU, UNESCO, PNUD, etc.) y de la otra parte el futuro posthumano que defienden los transhumanistas y es la idea motriz que siguen, hoy por hoy, las empresas transnacionales de las nuevas tecnologías (IBM, Microsoft, Google, etc.). El escenario de la batalla ya está dispuesto y somos nosotros mismos en cuerpo y alma, el campo de batalla. Ahora la lucha es por superar todos los límites naturales.

Nuevas alternativas a la ideología neoliberal

1)Ecologismo. Parte de que la especie humana está en peligro de extinción y es necesario tomar medidas ecológicas para su protección, y propone una ideología ecologista donde el ser humano no es el centro del universo sino otro integrante más como el resto de los seres vivientes. Se necesita de un cambio de mentalidad que vaya del egocentrismo actual hacia un biocentrismo, algunas posiciones más radicales, proponen un crecimiento cero y hasta hablan de un retorno a la naturaleza (pesimismo ecologista).

2)Socialismo ecológico. Aquí se unen las ideas del socialismo con las del ecologismo pero menos radicales. Se asumen las ideas del desarrollo sostenible y aspira a un crecimiento económico sin degradar al planeta y con mejoras sociales. Todo indica que los esfuerzos del socialismo moderno, además de las mejoras sociales, deben estar encaminados a tratar de resolver la crisis ecológica actual (ecologismo social).

3)Socialismo colaborativo. Parte del concepto de que el ser humano no ha alcanzado todo su potencial evolutivo y por medio de su propia fuerza interior y la formación de una consciencia social que acepte la responsabilidad sobre el planeta, sobre las especies y sobre sí mismo, en aras de su propio progreso humano; que incluya relaciones profundas, que sustituyan las relaciones superficiales actuales basadas en la competencia, y que se establezca no solo entre humanos sino, también, entre humanos y tecnologías colaborativas (sostenibilidad tecnológica).

4)Tecnologismo. Parte de la aceptación de que las máquinas superaran a los humanos y esto llevará a una nueva era posthumana (singularidad tecnológica). La cual nos lleva a un posthumanismo acelerado y a una superestructura que se monta por encima del capitalismo y que incluso puede desplazarlo, ya que lo único importante sería el progreso tecnológico (super-optimismo tecnológico).

5)Capitalismo postmoderno (tecno-liberalismo). Parte de la idea de que el ser humano posee limitaciones que solo pueden ser superadas por medio de la tecnología. Se asume la ideología transhumanista liberal, donde el camino hacia un futuro posthumano se sucederá de forma espontánea como consecuencia de la necesidad de crecimiento económico del capitalismo. Es la continuidad del capitalismo actual (preservar al capitalismo).

6)Tecno Social democracia. Es consecuencia del anterior, pero con un enfoque más humano o democrático y sigue las ideas de un transhumanismo democrático expuestas por James Hughes, un poco como oposición a la ideología del transhumanismo liberal. Aunque se plantea dentro del capitalismo se proponen realizar ciertas reformas en lo social, lo ecológico y lo económico (democratización del capitalismo).

Hoy estamos ante una nueva ideología: La ideología tecnologista y se comienza a asumir una nueva dimensión del problema humano como tecno-bio-psico-social. Y es que hasta ahora las ideologías se han ido incorporando al sistema social dominante (el capitalismo) en forma de reformas que han ido suavizando las costumbre, al igual que sucedió con la religión en la época esclavista, un ejemplo clásico es la ideología socialista que ha jugado un papel importante en los logros sociales de justicia, igualdad y sobre todo de medidas a favor de la clase obrera. Se podía esperar otro tanto de la ideología ecologista, que esta viniera a integrarse al progreso tanto humano como tecnológico y se obtuvieran medidas a favor del medio ambiente, sin dudas hubiese sido así, de no ser por otra ideología que cifra sus esperanzas no en la perpetuación de la naturaleza y su sostenibilidad sino en la perpetuación de una especie posthumana y en el advenimiento de una evolución artificial que de hecho rompe con la evolución natural y nos lleva a una nueva interpretación del problema.

Si tenemos en cuenta que muchos de los defensores del desarrollo sostenible están hablando de la necesidad de un decrecimiento económico, de un mayor control de las tecnologías (principio de precaución), de producciones más seguras y protegidas (lo cual implica más gastos en la inversión) de una disminución del consumo, etc. Sin dudas todo va en contra del ideas de un capitalismo que crece infinitamente (a expensa de la degradación del planeta) y de la idea de una prosperidad y consumismo ilimitado. Lo que nos lleva a pensar en una crisis del capitalismo y del fracaso de su modelo. Todo lo cual obligaría a grandes transformaciones del sistema vigente y de una búsqueda de soluciones socio-ecológicas. Por suerte o por desgracia, las tecnologías vienen a socorrer al decadente modelo actual y traen nuevas esperanzas de un crecimiento ilimitado en un planeta que puede ser reconstruido y sus recursos naturales pueden ser sustituidos por recursos artificiales, incluyendo al hombre. Estamos hablando del post-capitalismo y de un transhumanismo liberal que va tomando cada vez más fuerza en las grandes transnacionales del mercado.

De todo lo anterior se desprende que el enfrentamiento ya se está produciendo entre los organismos transnacionales, las instituciones que representan a los poderes convencionales, tal vez demasiado convencionales para los tiempos que corren, y las empresas transnacionales (en especial las tecnologías de la información) enfrascadas en la búsqueda de nuevos mercados y en la creación de nuevos productos para una sociedad cada vez más vacía y desorientada; tal vez, dispuesta a despojarse de su alma, solo para lucir atributos artificiales ajenos a la verdadera esencia humana. La esencia del problema radica en que el ser humano no puede dejar de creer en sí mismo y abandonar su propio progreso en aras de otro que le es ajeno y que inexorablemente ira deshumanizando y poco a poco, ira alejando de su propio contexto humano, hasta convertirlo en un artefacto, en un producto más de la tecnología y dejaremos de ser sujetos, creadores del progreso humano, para convertirnos en objetos, creaciones del progreso tecnológico.

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